Otra derrota de Boca, la octava en el torneo: Newell's le ganó con un golazo de la Pulga Rodríguez y otra vez está en zona de Libertadores. Cambió el DT pero los jugadores siguen sin rendir.
Se sacó la mufa Newell's. Y Boca siguió en la línea de este torneo. ¿Ganó bien NOB? Algo más fue, apenas más ambicioso. Y metió el golpe de KO con un golazo de otro partido, de la Pulga Rodríguez, agarrando una pelota que quedó boyando y metiéndola a lo crack en el segundo palo. Y a cobrar, clink caja, para volver a pasar a Racing y quedar en zona de Libertadores (no se clasifica si Independiente gana la Sudamericana).
En Rosario volvió a ganar Newell's, que venía de dos derrotas seguidas. Sin ser una maravilla, sin generar muchas chances, lo definió por la perlita de la Pulga. ¿Y después? Pocas llegadas, pero llegadas al final. Las que no tuvo Boca, este Boca que no levanta aunque pasen los técnicos. La alegría del triunfo con Arsenal fue efímera y otra vez volvió a terminar con una imagen triste, de equipo que no tiene identidad definida, que no sabe a qué juega.
Este Boca no es el de Borghi, está claro. Pompei intentó darle algo más de de equilibrio, que no se exponga tanto. Que no lo agarren mal parado de contra, con la defensa ideal que habían soñado los dirigentes cuando trajeron a Clemente, Caruzzo, Cellay, Insaurralde. Pero claro, eso no alcanza. Boca trató de cuidar el cero en su arco pero casi que se olvidó del de Peratta.
Mucho replanteo en la semana, mucho mea culpa de lo los jugadores pero el nivel sigue siendo parejo: muy bajo. Con o sin Riquelme, con Medel en el fondo o en el medio, con Borghi o con Pompei, con Palermo y Viatri, con Palermo y Araujo... este equipo sigue igual: Boca abajo.
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