Merecido. Con poco, River le ganó bien 1-0 a Boca. Maidana hizo el gol. El Millonario continúa en zona de reválida. Es muy factible que jota jota López continúe hasta fin de año
Un respiro que no es más que eso para River. Pero, qué mucho que vale estas gotitas de aire que ingresaron al Monumental cuando el incendio parecía dejar sin respiración a un equipo sumergido en una crisis que parece no tener fin y que jamás vivió en su historia.
Pero el Millonario puso todo su empeño a disposición para quedarse con todo lo que ofrecía este clásico devaluado pero que, en el futuro inmediato, puede tener un valor que sólo se cotizaría en Euros o Dólares. O cualquier moneda que sume un poquito más a la hora de cambiar por pesos.
La semana previa venía complicadísima. Chau el Tiki Tiki de Ángel Cappa, que nunca fue Tiki Tiki, para que venga un hombre de la casa: Juan José López. El hombre que retornó junto con Daniel Passarella después de los muchos años que estuvo alejado de Núñez tras haber cambiado de barrio allá por los 80’s.
Volvió un día para manejar la banda y no dejar en banda a su River. Y justo ante Boca, ese club que lo sentenció a ser un ex ídolo de la gente que, desde ayer, lo volvió a adoptar como hijo predilecto.
Como si fuera poco, la alegría millonaria vale doble porque el gol lo hizo Jonathan Maidana, un ex Boca, para que la gastada sea más gastada todavía. “La verdad que es una alegría inmensa convertir en un Superclásico. Con toda la gente apoyando. Necesitábamos un triunfo y gracias a Dios fue contra un gran rival, por lo que lo festejamos el doble”, indicó el héroe de la noche millonaria. “Hay mucho condimentos que hacen de éste un gol especial. Hicimos un gran esfuerzo. Es para la gente que siempre acompañó. No veníamos teniendo suerte. Pero el equipo nunca bajó los brazos, siempre intentó”, dijo más tarde el hombre que le dio el triunfo a River después de siete partidos sin ganar.
Esta vez, ganarle a Boca no será salvar el año para la Banda, como muchas veces se dice cuando el triunfo en el clásico es la única alegría en medio de tanta malaria. River sigue complicado con los promedios del descenso y no puede relajarse ni dejar de utilizar la calculadora.
“Este grupo necesitaba una alegría. Por lo que hizo Ángel Cappa, por JJ (López) y por este grupo que en lo que queda del campeonato y del próximo va a seguir luchando. Tenemos que sacar esto adelante”, sintetizó Matías Almeyda en clara alusión a que no hay mucho tiempo para el festejo.
River ganó un oxígeno necesario para seguir sobreviviendo. La lucha continúa. El Millonario se quedó con todo el primero. Fue merecido. Totalmente merecido.
“Estoy a la altura de la situación”
Se desabrochó la corbata una y mil veces. Los nervios le consumían la vida. Jota Jota López había agarrado un fierro al cual muchos eligieron ni acercarse. Se hizo cargo, metió mano en el equipo y saltó a la cancha. El entrenador asumió tras la decisión de Daniel Passarella de sacar del puesto a Ángel Cappa. Y pasó la primera prueba, nada más y nada menos, ante Boca.
“Hay que seguir al pie del cañón y responderle a Passarella, que es muy importante. Le estoy agradecido a estos jugadores por el partido que hicieron. Hoy (por ayer) se ganó una final y hay que seguir así”, resumió López rápidamente cuando los nervios ya habían quedado en el olvido tras el triunfo.
El entrenador se juega una importante patriada. Si bien llegó para colaborar en este complicado momento, es consciente de que buenos resultados de acá a fin de año le darán una chance única. “Estoy a la altura de la situación”, aseguró ante la consulta de si se siente capacitado para estar frente de River. ¿Qué pretende del equipo de acá a futuro? “Lo más difícil es que los jugadores plasmen lo que uno pide. Uno quiere que hagan las cosas con simpleza y responsabilidad”, dijo. Y agregó: “Quiero un equipo compacto”.
Así pasó la primera vez para Jota Jota en el banco que siempre soñó tener. Ganó importantes porotos para seguir sentado ahí. En Núñez.
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